La cultura global está hoy basada en identidades cosmopolitas de naciones des territorializadas que han generado un universo colmado de diversas constelaciones y una cultura mundial, con efectos colaterales que tocan las emociones, las identidades, la cultura y la religión de los distintos universos identitarios que coexisten en la sociedad posmoderna. Ello ha generado que lo propio y lo particular de cada colectivo social tienda a exteriorizarse y reafirmarse frente a este mundo global sin fronteras.

España, Portugal e Iberoamérica conforman un maravilloso conjunto de países, al que se denomina Comunidad Iberoamericana, los cuales están unidos por más de cinco siglos de historia, por el tronco común de nuestra identidad cultural, por una ósmosis de pueblos, razas y religiones y por dos lenguas hermanas maravillosas, que consolidan tales vínculos a pesar de la distancia, en suma, una inmensa región conformada por dos continentes y tres océanos, con una población de cerca de 700 millones de habitantes repartidos en 21 países, unidos por componentes genuinos y esenciales de la cultura y civilización humana, que constituyen una huella en la historia y expresan nuestra fisonomía propia, lo que nos es común en nuestra diversidad.

En este sentido, el año de 1949 un grupo de ciudadanos españoles residentes en Suiza y ciudadanos suizos, con una visión prospectiva constituyeron en la ciudad de Berna, una sociedad cultural neutral en lo político y religioso, denominada CÍRCULO DE AMIGOS DE ESPAÑA, PORTUGAL E IBEROAMÉRICA, de conformidad con la legislación civil suiza, teniendo como objetivo principal fomentar en Suiza las culturas española, portuguesa e iberoamericana en todas sus formas expresiones en los idiomas ibéricos.

Los fundadores del Círculo con una visión futurista apostaron por la Comunidad Iberoamericana creando este foro privilegiado en el corazón de la ciudad - capital suiza para fortalecer la relación de los ciudadanos de nuestros pueblos residentes en los distintos cantones suizos y así mantener vivo el espíritu de la Comunidad Iberoamericana en la Confederación helvética, hecho que nos llena hoy, 74 años después de su creación, de satisfacción y orgullo.

- Javier Gamero Kinosita, Vicepresidente.